HERNIA DISCAL EN LA ZONA LUMBAR
INTRODUCCIÓN:
Las patologías de la columna vertebral cada vez son
más frecuentes en el ser humano debido a la poca información que
obtienen,inadecuados movimientos que realizan y las cargas que efectúan sobre
la columna vertebral, siendo estos factores y muchos mas causantes de una
hernia de disco, que pueden presentarse mas a menudo a nivel cervical y lumbar.
CONCEPTO:
CONCEPTO:
La hernia discal es una protrusión o saliente que
se forma en los discos intervertebrales que se forma como consecuencia de
esfuerzos importantes, bruscos o repetitivos.Estas protrusiones o hernias discales
comprimen las raíces nerviosas que salen de la columna vertebral y que van a
los brazos o a las piernas dependiendo del sitio de la lesión y este nervio es
irritado con cada movimiento de la columna.
La rotura se produce generalmente cuando se rompe
el anillo fibroso del disco intervertebral hacia atrás y provoca síntomas de
compresión mecánica de una raíz nerviosa.
NOMBRES ALTERNATIVOS:
Radiculopatía cervical, disco herniado, disco intervertebral
herniado, radiculopatía lumbar, disco roto.
CLASIFICACIÓN DE UNA HERNIA:
a) Según la cantidad de disco herniado.-
La herniación parcial es la más frecuente y
consiste en la salida de parte del material del núcleo pulposo hacia atrás y lateralmente
comprimiendo la raíz correspondiente a su entrada o en el trayecto a través del
agujero de conjunción.
En la herniación masiva, poco frecuente,
sale el núcleo pulposo en su totalidad y a veces también parte del anillo
fibroso roto. Si la cantidad del material extraído es muy grande se puede dar
el síndrome de la cola de caballo.
b) Por su localización.-
Las hernias postero-laterales son las as frecuentes
originando una compresión monoradicular, las hernias postero-mediales suelen
requerir un importante esfuerzo flexor en su producción y pueden comprimir el
saco dural dando lugar un cuadro clínico variable, según la localización en la
altura de la hernia, de su mayor o menor tamaño y de su mayor o menor lateralización.
c) Por la cantidad de material herniado.-
La protrusión discal consiste en el fallo del
anillo fibroso en cuanto a su capacidad de contención del núcleo pulposo,
aunque aún no se haya roto.
La hernia discal consiste en la rotura del anillo
fibroso, aunque el material del núcleo pulposo está contenido por el ligamento
vertebral común anterior. El volumen ocupado del canal vertebral es mayor que
en el caso anterior.
ETIOLOGÍA:
a) Factores mecánicos: Las traumáticas son las más
importantes ocurre generalmente en hombres entre 20 a 50 años de edad, mucho
tiene que ver la profesión (albañil, constructor, chofer,etc). Se da generalmente
por levantar pesos inadecuadamente y también cualquier condición congénita que
afecte el tamaño del canal medular.
b)Factores involutivos: Son los cambios degenerativos que
sufre el disco como ser deshidratación y disminución de la elasticidad, también
se puede citar:
-Algunos factores relacionados con el estilo de
vida, por ejemplo, el tabaquismo.
-El sedentarismo sumado a una alimentación
inadecuada.
- Una mala postura combinado con el uso habitual de
una mecánica corporal incorrecta.
- Por degeneración o envejecimiento articular con
formación de osteofitos vertebrales.
- Por microtraumatismos.
- La obesidad y la mala postura a la que lleva.
SÍNTOMAS:
El mayor síntoma es el dolor, el principal
mecanismo por el que este aparece es que los nervios de la envuelta fibrosa
entran en contacto con unas sustancias activadoras presentes en el núcleo
pulposo. Estas sustancias activan esos nervios provocando un dolor muy intenso
que el paciente nota cerca de la columna, si la hernia es lo suficientemente
grande puede comprimir una raíz nerviosa y en ese caso el paciente nota el
dolor irradiado a la pierna si se trata de un hernia lumbar y al cuello si se
trata de una hernia cervical.
El dolor se da en la zona del cuello o espalda
alta( si la hernia es cervical) y en la espalda baja a nivel de los riñones (Si
la hernia es a nivel lumbar) debido a la activación de los nervios del dolor de
la envuelta fibrosa y a una contractura que se da en la musculatura de esta
región.
El dolor irradiado al brazo (si es cervical) o a la pierna (si es lumbar) debido a la compresión de la raíz nerviosa. En el caso de la hernia lumbar hay compresión del nervio ciático y por esto se le da el nombre de ciática.
El dolor se incrementa al toser, estornudar, pujar;
hay hormigueo o entumecimiento en las piernas o pies; debilidad muscular,
atrofia y espasmo son los síntomas más notorios.
DOLOR REFERIDO:
Cuando algunas de las estructuras
mesodérmicas, como ligamentos, periostio, cápsula articular, anillo son
sometidos a estímulos anormales, como elongación excesiva, inyección de solución
salina hipertónica. Aparece un malestar doloroso profundo mal definido, sordo;
que puede referirse a áreas de la articulación lumbosacra, sacro ilíaca. Este
dolor puede aparecer concomitantemente con dolor radicular por tensión de una
raíz nerviosa.
SÍNTOMAS RADICULARES:
La presión ejercida sobre una raíz nerviosa
inflamada por un fragmento discal, por la protrusión de un anillo o por el
compromiso del receso lateral puede producir dolor y signos y síntomas motores
o sensitivos en las extremidades inferiores. La producción del dolor con la
prueba de Lassegue o con variantes (maniobras para evaluar los nervios raquídeos
L5 y S1) o al elevar la pierna extendida en posición invertida (para evaluar
radiculopatías en L4).
DOLOR EN LA PIERNA
El dolor en la pierna es agudo
y lancinante, habitualmente comienza en parte proximal y finalmente progresa en
sentido distal en un patrón dermatómico típico. Los nervios más frecuentemente
afectados son L5 y S1, los cual refleja el mayor número de
hernias discales que se producen en los niveles L4 - L5 y L5-S1 respectivamente.
El dolor en la pierna puede ser de origen indicioso o extremadamente
dramático y asociado con una sensación
de rotura o de estallido en la columna vertebral la forma insidiosa es la más
común.
En el momento en que comienza la ciática la
lumbalgia puede ceder bruscamente, la explicación mecánica de esto es que una
vez que el anillo se rompe, ya no es sometido a tensión y deja de existir estímulo
para el dolor en la región lumbar.
Cuando el dolor ciática es agudo, el paciente
puede mostrar la adopción de una
posición inclinada, habitualmente hacia el lado sano.
En ocasiones el paciente con hernia de disco
puede presentar una posición axilar, inclinándose hacia el lado de la ciática.
El dolor generalmente se agrava con cualquier maniobra que incrementa la
presión intrarraquídea, como, la tos, el estornudo y el pujo durante la
defecación.
El paciente puede mostrar una marcada limitación
de movimiento en la columna vertebral y con frecuencia semanal que su espalda
esta “trabada”.
En casos extremos, el dolor impide que la región
lumbar o la pierna sean sometidos a cualquier tipo de esfuerzo, y el paciente
pude encontrarse tirado en el piso o en la cama con la sensación de estar
“paralizado” mientras que el factor limitante es el dolor.
En lesiones que afectan los nervios de cuarto
nivel lumbar, el dolor puede aparecer en la región de la rodilla, y el paciente
puede protestar enérgicamente señalando que su dificultad yace en la rodilla,
negándose a un examen de columna lumbar. Cuando el curso clínico ha llegado
hasta la debilidad motora con compromiso del músculo cuádriceps, el paciente
puede manifestar aparte de dolor, que la rodilla se le dobla, lo cual torna la
situación aún más confusa.
SINTOMAS MOTORES
De modo infrecuente el paciente puede presentar
debilidad en las extremidades inferiores como signo sobresaliente, lo cual
puede causar discapacidad, estos es particularmente cierto en lesiones que
afectan las raíces anteriores cuarta y quinta.
Si hay compromiso del quinto
nervio lumbar, el paciente puede notar debilidad en la dorsi-flexión del
pie o de los dedos y en ocasiones el pie
es péndulo. Por otra parte, también pueden estar comprometidos los abductores
de la cadera, observándose sacudidas de esos músculos y un signo de Tren de
Lemburg positivo.
SINDROMES DISCALES:
Dolor ciática.-
No es infrecuente que en los
casos de expulsión aguda de un fragmento de material nuclear con compresión
radicular aparezca en forma súbdita ciática sin asociarse con lumbalgia.
En casos de hernia lateral
extrema de disco lumbar, el paciente adopta una postura de inclinación marcada,
presenta contractura muscular y limitación del movimiento de la columna lumbar.
La limitación de la movilidad lumbar no es una reacción puramente defensiva y
aprendida frente al dolor discongénito o radicular.
En algunos individuos existes áreas aislados de
dolor en las extremidades inferiores en lugar del típico patrón de compromiso
dermatómico. Estos individuos pueden manifestar dolor principalmente en
rodilla, pantorrilla, tobillo o talón, aproximadamente el 10% de los pacientes
con lesiones en L5 o S1, en particular, presenta áreas
sintomáticas correspondientes a
dermatomas, entre focos dolorosos.
Lumbago como único síntoma.-
En el área lumbar se presentan los hallazgos típicos observados en la enfermedad discal degenerativa. En este grupo de pacientes debe actuarse muy cautelosamente antes de elegir como tratamiento la intervención quirúrgica.
En el área lumbar se presentan los hallazgos típicos observados en la enfermedad discal degenerativa. En este grupo de pacientes debe actuarse muy cautelosamente antes de elegir como tratamiento la intervención quirúrgica.
FACTORES DE RIESGO:
ï Factores ocupacionales: trabajos con vibración, torsiones, carga de pesos.
ï Condiciones
físicas: efecto beneficioso del
ejercicio.
ï Hábitos de vida: tabaco, obesidad.
CUADRO CLÍNICO:
En su forma típica una hernia de disco lumbar va a originar un
síndrome de compresión radicular, con unas u otras características, dependiendo
de la raíz que resulte comprimida, dependiendo de los niveles de compresión las
fibras que se van a ir afectando de forma progresiva son las del dolor en
primer lugar, seguidas por las sensitivas y terminando por las fibras motoras.
El primer síntoma es el dolor
que puede ser variable en cuanto a la intensidad, localización y distribución.
En el 40-60 % de los casos, debuta con dolor lumbar para luego irradiarse siguiendo el trayecto de la distribución radicular
y en el 10 % de los casos el dolor aparece simultáneamente en la región lumbar
y en la pierna.
El dolor lumbar se atribuye a la irritación del nervio de Luschka o
nervio sinuvertebral. Este nervio es una rama de la división primaria posterior
de las raíces sensitivas y, tras seguir un camino recurrente por el agujero de
conjunción, va a descender epiduralmente por la parte anterior del canal.
Cuando el dolor se localiza en la pierna sigue, por regla general, el
trayecto del ciático y se considera que este tipo de dolor se produce por
irritación mecánica de las fibras sensitivas correspondientes a las raíces que
intervienen en la constitución de este nervio y que están comprimidas por la herniación
discal.
La distribución radicular del dolor, sobre uno u otro dermatoma, nos
permite sospechar cuál es la raíz afectada y, por tanto, el disco herniado.
El dolor de tipo ciático que obedece a una hernia discal suele aumentar con las maniobras que incrementan la
presión venosa (maniobras de Valsalva). La ingurgitación consecuente
del saco dural y de las vainas radiculares van a acentuar el compromiso de
espacio causado por la herniación discal.
La provocación de dolor constituye una serie de signos
exploratorios de extraordinario valor. Es típico el signo de Lasègue, consistente en la aparición del dolor al
elevar la pierna estirada estando el paciente en decúbito supino. Se valora
según los grados del ángulo que se forma entre la pierna y el plano horizontal,
en el momento en que aparece el dolor. Este signo es el más característico de
la exploración de una hernia discal lumbar.
A veces los pacientes presentan una postura anómala, por contractura de la musculatura paravertebral
antiálgica (50-75 % de los casos), que intenta mantener lo más
abierto posible el agujero de conjunción, para que la raíz tenga menos
compresión.
En un 30-75 % de los casos se observan trastornos sensitivos, generalmente en la parte distal del
dermatoma correspondiente a la raíz afecta. Suelen apreciarse hipoalgesias, aunque a veces una
zona de hiperestesia o
disestesia suele tener el mismo valor objetivo.
En un 35 % de los casos la exploración objetiva un déficit motor. Se puede dar la
circunstancia de encontrar una situación de pérdida de fuerza importante y sin
dolor, debido a la lesión aún más acentuada de las fibras que forman la raíz.
Esta situación es de urgencia en cuanto a diagnóstico y necesidad de
tratamiento quirúrgico, para evitar una lesión neurológica permanente.
Para comprender la clínica de la hernia discal lumbar hay que tener en
cuenta la relación anatómica de las raíces con los discos intervertebrales. A
nivel del disco L4-L5, emerge del saco dural la raíz L5, que abandona el canal
raquídeo un espacio por debajo, entre las vértebras L5-S1. Por tanto, una
hernia de disco L4-L5 afectará generalmente a la raíz L5; de forma análoga, una
hernia discal L5-S1 originará una radiculopatía S1.
En la columna lumbar, el 95 % de las hernias tienen lugar en los
espacios L4-L5 y L5-S1. Algunas veces, sin embargo, en orden de frecuencia
decreciente, podemos encontrar hernias a nivel L3-L4 y L2-L3, e incluso L1-L2.
Cuando esta comprimida la raíz
L5 el dolor e hipoestesia se distribuye por el dermatoma
correspondiente, llegando a afectar el 1º dedo del pie. La afectación motora se traduce en pérdida de
fuerza para la flexión dorsal
del dedo gordo o incluso del pie (dificultad para caminar de talones o incluso
un pie caído).
Cuando es una hernia L5-S1 y se afecta la raíz S1, el dolor e hipoestesia se distribuye por el dermatoma
correspondiente, llegando a afectar el 4-5º dedos del pie. La afectación motora se traduce en pérdida
de fuerza para la flexión plantar
de los dedos o incluso del pie (dificultad para caminar de puntillas). La abolición del reflejo Aquiles es un signo importante de alteración de la
raíz S1.
El mecanismo típico consiste en el siguiente
movimiento secuencial:
a.
Flexión de la columna vertebral hacia delante: Al hacerlo el disco sufre más carga en la parte anterior. Al ser de
consistencia gelatinosa, el núcleo pulposo es comprimido contra la pared
posterior de la envuelta fibrosa.
b.
Carga de peso importante: Al hacerlo
se tiende a comprimir una vértebra contra la otra, aumentando la presión dentro
del disco.
c.
Extensión de la columna con el peso cargado: Al hacerlo, el aumento de la presión discal que conlleva la carga del
peso va "estrujando" el núcleo pulposo hacia atrás con más fuerza. Si
la presión que ejerce contra la pared posterior de la envuelta fibrosa es
suficiente, la envuelta se desgarra (fisura discal), se abomba (protrusión
discal) o se parte (hernia discal).
Un efecto similar se puede
conseguir repitiendo movimientos de flexo-extensión con una carga más pequeña o
incluso sin carga. En cada ocasión se generan pequeños impactos contra la pared
posterior de la envuelta fibrosa.
Estos mecanismos ocurren mucho
más fácilmente cuando los músculos de la espalda son poco potentes. Si están
suficientemente desarrollados, esos músculos protegen el disco por varios
mecanismos.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL: Se debe
poder diferenciar de las lumbalgias, lumbociáticas, ciática.
EXAMENES COMPLEMENTARIOS:
Además
de la historia y del examen médico completo, los procedimientos para el
diagnóstico de la enfermedad del disco lumbar pueden incluir los siguientes:
Rayos X -
La
evaluación radiográfica de una presunta afección espinal comienza con una placa
de rayos X. Un disco herniado, por estar compuesto de tejido suave en lugar de
hueso no puede verse en los rayos X, aunque pueden apreciarse otros cambios
asociados, tales como las protuberancias óseas. Además, puede medirse con
exactitud la alineación de los discos, osteofitos, estrechamiento del espacio
discal, compromiso de los cuerpos vertebrales.
Resonancia Magnética (MRI) se ha vuelto en muchos casos el estudio preferido en casos de hernia
discal. Su resolución superior de los tejidos suaves da buena definición del
material del disco, la compresión del cordón y la compresión de las raíces
nerviosas. Cuando se requiere detallar el hueso resulta conveniente realizar
una tomografía axial computada con contraste intrarraquídea.
Mielograma - procedimiento en el se inyecta un contraste en el conducto raquídeo para
hacer su estructura claramente visible con los rayos X para determinar el
tamaño y localización de la hernia.
EXAMEN FÍSICO.-
a) INSPECCIÓN
Debe inspeccionarse el rango
de movimiento, porque durante la fase
sintomática de la enfermedad del disco lumbar, habitualmente se observa limitación de la columna lumbar.
La marcha y la postura de los
pacientes que padecen un síndrome discal agudo son características. El paciente
habitualmente adopta una posición inclinada hacia el lado sano, dando lugar a
la “escoliosis ciática” cuando la hernia discal tiene una posición lateral, con
respecto a la raíz nerviosa el paciente se inclina hacia el lado opuesto al
nervio irritado en un intento de alejar la raíz nerviosa del fragmento discal. Esto se demuestra con las hernias
laterales en donde el esfuerzo de inclinarse hacia el lado de la lesión exagera
marcadamente el dolor y las parestesias.
De manera habitual el paciente mantiene la pierna dolorosa en posición
flexionada y no apoya su pie
directamente en el piso. Es presumible que la flexión de la pierna relaje las
raíces del nervio ciático.
La marcha es de tipo
antálgico, coloca el menor peso posible sobre la extremidad afectada y
trasfiere rápidamente su peso a hacia el lado sano. Los trastornos de la marcha
son, así como la reducción significativa del movimiento lumbar, son signos muy
característicos de la hernia discal.
b) PALPACIÓN Y PERCUSIÓN
La palpación de la columna lumbar en la línea media de
manera habitual despierta dolor a nivel
del disco degenerativo sintomático.
En ocasiones, la palpación de
la columna lumbar en la posición erecta no despierta dolor, en esos casos
puede ser necesario aplicar presión en la línea media con el paciente en
flexión anterior.
-La palpación permite
verificar la dureza de la masa muscular contraída. En general esta masa es
exquisitamente dolorosa a la palpación firme, también debe palparse la
escotadura ciática a lo largo del
trayecto del propio nervio ciático.
La presencia de puntos motores
dolorosos a la palpación en la extremidad inferior probablemente tenga
importancia diagnostica y pronostica. Estos puntos motores a la palpación representan la unión
neuromuscular y se comprobaron que todos los pacientes con signos y síntomas
de radiculopatía presentan puntos
motores dolorosos a la palpación en el miotoma correspondiente al probable
nivel segmentario del compromiso radicular.
-La percusión de la
columna lumbar puede despertar dolor local o bien puede reproducir la ciática
cuando existe compresión radicular.
c) EXÁMEN NEUROLÓGICO
El examen neurológico
minucioso puede dar evidencias objetivas de compresión radicular.
Los dos niveles más comunes de
herniación discal son L4 – L5 y L5 –S1 y en menor frecuencia a nivel L3- L4.
La hernia discal a nivel L5-
S1 compromete habitualmente la primera raíz sacra. De manera similar la hernia a nivel L4-L5 comprime más frecuentemente la quinta
raíz lumbar mientras que la hernia a nivel L3 – L4 afecta con más frecuencia a
la cuarta raíz lumbar. Debido a las variaciones en la configuración de las
raíces y en la posición de la hernia, la hernia discal particularmente en el
nivel L4- L5 a parte de afectar el quinto nervio lumbar, puede también afectar
el primer nervio sacro.
En las hernias laterales
extremas resultado afectado el nervio que sale en el mismo nivel del disco herniado es decir en la hernia del
disco L4-L5 resulta comprometida la raíz
nerviosa L4 en su trayecto fuera del agujero de conjunción a ese nivel.
Dependiendo del nivel en el
que se produce la hernia discal y la compresión radicular la sintomatología
clínica será distinta.
SIGNOS MOTORES
La compresión de las fibras
motoras de la raíz nerviosa produce debilidad o parálisis del grupo muscular
asociado con disminución del tono y de la masa del vientre muscular.
Habitualmente ésta afecta un grupo de músculos y no un solo músculo en
particular. El paciente puede no darse
cuenta de esta debilidad hasta que la pérdida es bastante intensa.
Con la compresión de la primera raíz sacra se observa escaso
compromiso motor a parte de la ocasional debilidad en la flexión plantar del pie y del dedo gordo, atrofia del compartimiento
posterior de la pierna. Con el compromiso de la quinta raíz lumbar se observa principalmente debilidad de los
extensores del dedo gordo y de los demás dedos y con menos frecuencia de los
músculos evertores y dorsiflexores del
pie, y atrofia junto con los compartimientos anterior y lateral de la pierna.
Con la compresión de la cuarta raíz lumbar suele encontrarse afectado
el cuadriceps y el paciente puede notar debilidad en la extensión de la
rodilla y con más frecuencia
inestabilidad de la misma articulación.
Debe recordarse que la
debilidad motora puede ser una
manifestación de una neuropatía
periférica metabólica, como la diabetes. La diferenciación puede hacerse
en forma clínica ya que la parálisis asociada con compromiso del quinto nervio
lumbar con frecuencia respeta al músculo tibial anterior, mientras que en la
neuropatía peronéa diabética, este músculo está comprometido.
ALTERACIONES SENSITIVAS
El patrón de compromisos
sensitivo en los casos de compresión radicular habitualmente sigue en dermatoma
de la raíz nerviosa afectada.
Con la compresión de la cuarta raíz lumbar puede observarse
anormalidades sensoriales en la cara
antero interna de la pierna y cara
posterolateral del muslo. Con el compromiso de la quinta raíz lumbar se observa anormalidades sensoriales en la cara
antero externa de la pierna y a lo largo de la parte interna del pie hasta el
dedo gordo y cara posterior del muslo. La
radiculopatía de S1 incluye anormalidades sensitivas en la parte
posterior del muslo, la pantorrilla y en
la cara posteroexterna del pie, dedos externos.
ALTERACIONES EN LOS REFLEJOS
Los reflejos tendinosos profundos
resultan frecuentemente afectados en los síndromes de compresión radicular. El
reflejo aquiliano está disminuido o ausente en los casos de compresión de la primera raíz sacra. La compresión de la
quinta raíz lumbar comúnmente no
causa alteraciones en los reflejos, pero en ocasiones puede observarse
disminución del reflejo tibial posterior. El compromiso de la cuarta raíz lumbar clásicamente da como
resultado la disminución o ausencia del reflejo rotuliano.
TRATAMIENTO
Tratamiento conservador:
En el tratamiento no quirúrgico de la enfermedad
del disco lumbar deben establecerse tres objetivos:
1) Alivio del Dolor
2) Aumento de la capacidad funcional
3) Retarde de la progresión de la conformidad
La eficacia del tratamiento no solo depende de la capacidad diagnóstica
e intelectual del médico sino también de su habilidad para educar al paciente y
para proporcionarle un correcto apoyo emocional durante su padecimiento.
Al paciente con una verdadera lesión discal que no responde al
tratamiento conservador en un tiempo razonable debe conducirle el beneficio de
la intervención quirúrgica.
Reposo en cama.- El elemento más importante del
tratamiento en las lesiones del disco lumbar es un adecuado reposo en cama.
La prescripción del reposo en cama puede lograrse muy eficazmente en la
casa donde el paciente se encuentra más cómodo u optar por una hospitalización.
Estando en cama el paciente debe ser ubicado en una posición de modo,
que las caderas y rodillas en una flexión donde se ha comprobado que resulta en
las hernias de disco en L4 – L5, debe aconsejarse al paciente no tomar una
posición prona ya que produce hipertensión de la columna lumbar.
Cuando la discapacidad se debe a una hernia discal aguda se necesita un
mínimo de 2 semanas de reposo absoluto en cama después de este periodo si se ha
logrado alivio del dolor y si ha desaparecido el espasmo de los músculos
paravertebrales se instituye movilización gradual durante 7 a 10 días.
Tracción.- El principio
en que se basa la columna vertebral al elongar músculos y ligamentos y al
disminuir en forma significativa la presión intradiscal.
En este
tratamiento de tracción se ve un positivo impacto psicológico en cuanto a las
expectativas del paciente sobre su recuperación. También es importante la
tracción en su prescripción de reposo en cama que es la faceta más importante
del tratamiento conservador
Manipulación.- Con la manipulación se
consigue los siguientes mecanismos:
1) Alivio del espasmo muscular.
2) Alivio del dolor por un efecto inhibitorio sobre los estímulos dolorosos
aferentes.
3) Aspecto sobre el intercambio del líquido tisular con el tejido colágeno.
4)
Restablecimiento del movimiento.
Terapia física.-
Termoterapia: El uso de calor superficial o profundo para poder calentar y relajar
las partes afectadas. (Microonda, ultrasonido, onda corta).
Masaje: Realizar masajes relajatorios
para poder obtener una descontracturación muscular y conseguir una
flexibilización óptima.
Electroterapia:
Electroterapia:
a) TENS: Modalidad terapéutica
ampliamente difundida en el tratamiento del dolor. Estimula las fibras
sensitivas que interviene en la transmisión del impulso doloroso que viaja
desde el tejido lesionado al encéfalo.
Aplicar los electrodos en
ambos lados de la columna mediante la aplicación de parámetros de onda,
frecuencia de 50-100 HZ y longitud de 0.2 seg., y aumento de la amplitud de
estimulación progresivamente hasta 50-100 m.a. buscando analgesia en la zona
siendo 100 HZ la más eficaz.
b) Onda corta: basada en la aplicación a
nivel del tejido corporal de ondas eléctricas de frecuencia muy altas que son
transmitidas mediante 2 placas metálicas forradas de goma las que forman un
campo eléctrico capacitivo. Elevando así la temperatura por la alta
conductibilidad eléctrica a la inducción de radiofrecuencia. Teniendo como
resultado reducción de la excitabilidad nerviosa, efecto mió relajante,
analgésico y antiinflamatorio.
Cinesiterapia: Siempre y cuando no se pueda
aumentar la lesión con el movimiento, realizar movilizaciones una vez terminada
la tracción para así poder obtener una mayor amplitud de movimiento. Realizar
de 8 a 10 sesiones de 5 repeticiones cada una.
Hidrocinesiterapia: Los ejercicios en el tanque
terapéutico hacen que el paciente pueda ejecutar movimientos sin miedo pues no
solo proporciona relajación muscular por el calor , sino que también con el
hecho de anular la gravedad en el agua se consigue una mayor movilización, de
tal manera que con poco esfuerzo los miembros y el tronco gravemente afectados,
puedan desplazarse, actividad que no podría llevarse a cabo sin ayuda externa
además de los ejercicios en grupo, consiguiendo también el aumento de la auto
confianza y el optimismo.
Equipo adicional para un buen tratamiento:
Se pueden utilizar las barras
paralelas que son útiles para hacer ejercicios de deambulación así como para
fortalecer los músculos de las extremidades y del tronco.
Accesorios de corcho, llantas,
maderas o ruedas de goma que puedan sostener un pie, la pelvis o el tronco.
Ejercicios aeróbicos,
bicicleta, caminar.
Si el paciente continúa
mejorando incluir en el plan de tratamiento ejercicios más enérgicos a partir
de las cuatro semanas, evitando los ejercicios abdominales durante los primeros
meses ya que aumentan la presión intradiscal.
A partir del tercer mes el
paciente puede realizar cualquier actividad, teniendo en cuanta las normas de
higiene postural.
Ejercicios
para dolor en la parte baja de la espalda
Mejorar el dolor de espalda
Los ejercicios que estiran y
fortalecen los músculos del abdomen y la columna vertebral pueden ayudar a
evitar problemas de espalda. Si los músculos abdominales y de la espalda son
fuertes, se podrá mantener una buena postura y la columna vertebral en la posición
correcta. Hacerlos ejercicios sobre una alfombra o colchoneta. Usar ropa
suelta. No usar zapatos. Si el ejercicio produce dolor, dejar de
hacerlo y consultar con el profesional médico.
Ejercicios
Estiramiento erguido del muslo: Apoyar el talón de una pierna sobre una silla o banco, de alrededor de 15 pulgadas (40 cm) de altura. Mantener la rodilla estirada. Inclinarse hacia adelante, doblando las caderas hasta que el paciente sienta un estirón moderado en la parte trasera del muslo. No inclinar los hombros hacia adelante ni doblar la cintura al hacer el ejercicio porque si no se estiraría la parte baja de la espalda. Mantener el músculo estirado durante 15 a 30 segundos. Repetir 3 veces el ejercicio.
Estiramiento erguido del muslo: Apoyar el talón de una pierna sobre una silla o banco, de alrededor de 15 pulgadas (40 cm) de altura. Mantener la rodilla estirada. Inclinarse hacia adelante, doblando las caderas hasta que el paciente sienta un estirón moderado en la parte trasera del muslo. No inclinar los hombros hacia adelante ni doblar la cintura al hacer el ejercicio porque si no se estiraría la parte baja de la espalda. Mantener el músculo estirado durante 15 a 30 segundos. Repetir 3 veces el ejercicio.
Repetir el mismo ejercicio de
estiramiento con la otra pierna.
Gato y camello: Apoyarse sobre las manos y las
rodillas. Relajar el estómago y dejar
que la espalda forme una curva hacia abajo. Mantener esta posición durante 5
segundos. Después arquear la espalda y mantenerla en esa posición por 5 segundos.
Hacer 3 series de 10 repeticiones cada una.
Estiramiento de brazos y
piernas: El paciente debe ponerse de
rodillas y manos sobre el piso. Endurecer los músculos abdominales para que la
espina dorsal quede rígida. Mientras se mantiene los músculos abdominales
endurecidos, levantar un brazo y la pierna opuesta, estirándolos en direcciones
opuestas. Sostener esta posición por 5 segundos. Bajar el brazo y la pierna
lentamente y repetir con el otro lado. Repetir el ejercicio 10 veces por lado.
Inclinación de la pelvis: Acostarse de espaldas con las rodillas flexionadas y la planta de los
pies sobre el piso. Tensionar los músculos abdominales y empujar la parte baja
de la espalda hacia el piso. Mantener esta posición durante 5 segundos, después
relajarse. Haga 3 series de 10 repeticiones cada una.
Flexión abdominal parcial: Acostarse de espaldas con las
rodillas flexionadas y la planta de los pies sobre el piso. Tensionar los
músculos del estómago y presionar su espalda hacia el piso. Flexionar el cuello
de manera que la quijada le quede sobre el pecho. Con las manos estiradas,
doblar la parte superior del cuerpo hacia adelante hasta que los hombros se
levanten del piso. Mantener esta posición durante 3 segundos. No detener la
respiración. Expirar el aire mientras se va levantando los hombros. Relajarse.
Repetir 10 veces. Hacer 3 series de 10 repeticiones cada una.
Rotación del tronco inferior: Acostarse de espaldas con las
rodillas dobladas y la planta de los pies sobre el piso. Tensionar los músculos
abdominales y empujar la parte baja de la espalda hacia el piso. Manteniendo
los hombros planos sobre el piso, hacer girar las piernas suavemente, lo más
que pueda, hacia un lado y después hacia el otro. Repetir 10 a 20 veces.
Estiramiento periforme: Acostarse de espaldas con
ambas rodillas flexionadas, apoyar un tobillo sobre la rodilla de la pierna
opuesta. Agarrarse el muslo de la pierna inferior y estirar, acercando la
rodilla al pecho. El paciente sentirá un estiramiento en los glúteos,
posiblemente en la parte externa de la cadera de la pierna superior. Mantener
esta posición por 15 a 30 segundos. Repetir 3 veces. Cambiar de piernas y
volver a repetir el estiramiento.
Dos rodillas hacia el pecho: Acostarse de espaldas con las
rodillas flexionadas y la planta de los pies sobre el piso. Tensionar los
músculos abdominales y empujar la parte baja de la espalda hacia el piso.
Llevar ambas rodillas hacia el pecho. Mantener la posición por 5 segundos y
repetir 10 a 20 veces.
Ejercicios que debe evitar que el paciente los realice.
Se debe evitar los siguientes ejercicios porque pueden forzar la parte baja de la espalda: levantar las piernas estiradas juntas, sentarse con las piernas estiradas, torcer las caderas, tocarse los dedos de los pies, arquear la espalda hacia atrás.
Ejercicios que debe evitar que el paciente los realice.
Se debe evitar los siguientes ejercicios porque pueden forzar la parte baja de la espalda: levantar las piernas estiradas juntas, sentarse con las piernas estiradas, torcer las caderas, tocarse los dedos de los pies, arquear la espalda hacia atrás.
Deportes y otras actividades
Además de acondicionar la espalda, se debe también acondicionar todo el cuerpo. Las actividades físicas como caminar o nadar le ayudan al paciente también a fortalecer la espalda.
Además de acondicionar la espalda, se debe también acondicionar todo el cuerpo. Las actividades físicas como caminar o nadar le ayudan al paciente también a fortalecer la espalda.
Las mejores actividades para las personas con problemas de espalda son:
- Caminar
- Andar en bicicleta
- Nadar
- Participar en carreras de fondo (cross-country skiing)
Órtesis: Se pueden utilizar distintas Órtesis como ayuda más que todo
psicológica para el paciente ya que con estas se sentirá más seguro y podrá
realizar con más confianza los ejercicios propuestos. Entre los más comunes
tenemos: Órtesis lumbosacras semirrígidas (fajas lumbares) fajas de yesos.
Cirugía: Para los
pacientes cuyos síntomas persisten a pesar del tratamiento conservador y
fisiátrico es recomendado el tratamiento quirúrgico, que realizado con anestesia
general, con cortes, con resección de hueso y con extracción del núcleo
pulposo. Requiere hospitalización y recuperación lenta. Es el procedimiento
indicado cuando hay patología asociada a la hernia discal o desprendimiento y
desplazamiento de parte del disco.
PRONÓSTICO:
La mayoría de las
personas mejora con el tratamiento conservador y sólo un pequeño porcentaje
continúa sufriendo de dolor de espalda crónico aún después de éste.
Pueden pasar de varios meses a un año o más para que el paciente pueda reanudar todas sus actividades sin sentir dolor o tensión en la espalda. Es posible que las personas con ciertas ocupaciones que impliquen levantar objetos pesados o hacer esfuerzos con la espalda tengan que cambiar sus actividades laborales para prevenir una lesión recurrente en esa parte.